Hola a tod@s!!!!!
Este fin de semana he celebrado una fiesta muy especial en casa. A lo largo de mi vida, he podido disfrutar de buenas amistades con grandes personas. Recuerdo con espeial cariño, mis años de estudio en el colegio Sagrado Corazón. Durante esos años, hice muy buenas amigas. Crecimos, reímos, nos ilusionamos, lloramos, nos enamoramos.... en suma, unas amigas con las que llegué a tener una intimidad y una complicidad maravillosas. Amigas con las que compartí muchas experiencias que, además de enriquecernos, nos hicieron como somos.
Fuimos creciendo y el ajetreado día a día propició un cierto distanciamniento. Hace unos meses hemos vuelto a retomar esa estupenda y maravillosa amistad. Parece como si los años no hubiesen pasado y estamos contentas y felices con este nuevo reencuentro.
Como era de esperar, aproveché la ocasión para preparar galletas, cupcakes y un montón de dosis de azúcar. Pasé toda la semana anterior ocupadísima con los preparativos. La pistola de silicona se convirtió en una prolongación más de mi cuerpo pero el resultado valió la pena. Pasamos una tarde maravillosa que se prolongó hasta bien entrada la noche.
Aquí que les dejo las fotos:
Fue una merienda cena que no olvidaré así como así, por todo nos reuniamos amigas del colegio y luego por el trabajo de manualidades de la anfitriona que puso el listón muy alto para la siguiente merienda.
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